Para un uso efectivo, se recomienda calentar la espuela, ya sea sumergiéndola en agua caliente o exponiéndola directamente al fuego, como en las brasas de una lumbre. Este calentamiento facilita que la espuela deslice suavemente sobre la cera, asegurando una adherencia sólida y uniforme en los alambres.
Aunque el uso de un transformador eléctrico para pegar la cera es una opción más moderna y cómoda, la espuela se mantiene como una alternativa tradicional que destaca por su simplicidad y bajo costo. Además, su uso no depende de la electricidad, lo que la hace ideal para trabajar en áreas remotas o en situaciones donde el acceso a la energía eléctrica es limitado.
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